Por aquella época, llegaron tiempos mejores, como la instalación del nuevo y moderno edificio del Colegio Carrión, enclavado al pie de los contrafuertes del Cerro Uliachín en medio de las lagunas denominadas “Patarcocha”, el contagio de la algarabía de un pueblo y la febril actividad minera, más el peso histórico del lugar, anclaron en el espíritu de cada carrionino, la gallardía, marcialidad, disciplina, siempre con la mirada altiva; presto a los acontecimientos del pueblo pasqueño y capaz de romper el témpano de la ignominia de muchos años, en la búsqueda del claro azulino en el horizonte del futuro de un pueblo rodeado con picachos de las cordilleras que atesoran la riqueza del Cerro de Pasco, como una fuerza latente para la vida del mañana.
Encontra la foto de mi difunto padre, quien fue un profesor de la GUEDAC 1960-1977, profesor de música y dirigió la banda de la gran unidad por las calles de pasco
ResponderEliminarMuy buena imagen y que gratos recuerdos
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